miércoles, 5 de junio de 2013

Homenaje a Rodolfo Mardones en Muskiz



Homenaje a Rodolfo Mardones



Asociaciones culturales, deportivas, el Área de Cultura del Ayuntamiento de Muskiz, y un buen número de amigos y familiares se reunieron el pasado 19 de mayo para recordar a Rodolfo Mardones. El acto, convocado por el Centro Trueba, tuvo como principal objetivo reunir a todos los amigos de este polifacético muskiztarra en un ambiente festivo donde todos los asistentes participaron activamente evidenciando que el trabajo solidario es capaz de mover montañas.

Dantzaris, txistularis, partidos de pelota, aizkolaris, paneles con fotografías y noticias de premios y homenajes, presencia de las “esculturas de la naturaleza”, cocineros... todos quisieron recordar a un hombre que aportaba alegría, compromiso y solidaridad donde era necesario.


Desde el Centro Trueba quisieron recordar su “militancia encartada” trabajando activamente en la labor de recuperación y divulgación de la historia y de la dignidad de Las Encartaciones / Enkartazioak. Sus responsables recordaron que “hemos perdido una pieza básica, alguien que amaba la comarca desde lo más primario, estaba enamorado de su orografía accidentada, de su flora y fauna, y de su litoral. Y todo con el mayor respeto, potenciando y defendiendo la biodiversidad y, por supuesto, la diversidad cultural de este país y de Las Encartaciones / Enkartazioak.

El acto finalizó con la lectura de varios comunicados de amigos e instituciones y un cálido abrazo a sus familiares. Una comida popular congregó a más de ciento cincuenta personas y, como no podía ser de otra manera, se cantó “El Faraón Faraón”.







RODOLFO, TUS AMIG@S SE REÚNEN.
Muskiz, 19 de mayo de 2013



ALEN Kultur Elkartea

A tu manera. Tu forma de hacer, de vivir, de ir de lo sencillo y cotidiano a lo trascendente con naturalidad, sin esfuerzo aparente. Nos ha dejado el arte de hacer amigos, y de reparar en lo inadvertido, capaz de ver en una raíz lo que nadie antes vio y haciendo de ella una escultura.

Rodolfo nos deja un baúl lleno de recursos gratos para transitar la vida con optimismo y con la alegría de un espíritu libre. Eskerrik asko Rodolfo.


Club de caza y pesca ARRAINTXORI

Para los más conocidos era “Rodol” y para los más íntimos “Redol”, curiosidades del lenguaje popular. Este muskitarra nació en el año 1942, años de hambre, penurias y dificultades tras la posguerra. Proveniente de una familia numerosa, su paso por la escuela fue corto pues las necesidades familiares acuciaban.

Ejerció de ayudante de pastor y de ahí le vino su afición por las plantas. Me acuerdo cuando iba a la estación de Renfe de Muskiz  a cargar las cestas de comida para las fábricas trabajando para Amadeo Alea y limpiaba los vagones. Tras muchas vicisitudes, recogió la herencia de su padre, el popular “Cipri” Mardones, y se estableció como barbero en Muskiz.

Hombre con afán de superación, se hizo un experto en micología, plantas medicinales y harrizurismo, y colaboró con la J.D. Somorrostro, la Sociedad Pelotazale Barbadun, la Coral, el Club Arraintxori... Buen conocedor de los montes encartados, andarín impenitente, horticultor, gran pelotari aficionado, transmisor de nuestras canciones antiguas, buen jugador de mus..., eran otras facetas de Rodolfo, hombre popular cien por cien.


GURGUXA Kultur Elkartea

Siempre acompañado de un puro que degustaba como si de una exquisitez se tratase, y siempre con su hija Nuria, acudía a Montellano para visitar a su  hermano José Ramón, a darse una vuelta por el txakoli, a fiestas de San Bartolomé o a participar en interminables partidas de mus. Y es que así era Rodolfo, cercano,
noble y buena persona. Así le recordaremos siempre en este pueblo que acogió hace ya muchos años a su hermano y al que por su estrecha relación recibimos como uno más. Montellano tiene entre sus recuerdos la figura de Rodolfo como un referente de persona observadora, culta y sabia a la que le encantaba su entorno natural.


KEPA FOURNIER. Área de Cultura del Ayto. de Muskiz

Siempre recordaremos a Rodolfo enseñándonos con orgullo cómo un tronco caído puede esconder un pato, un perro, un caballo… No he conocido a otra persona, ni una sola, que tuviera ese don que para él era una arte: la capacidad de mirar la Naturaleza y descubrir en ella lo que los demás ni siquiera podíamos imaginar.


Instituto LABAYRU Ikastegia

Rodolfo estuvo vinculado a nuestra institución como miembro activo del Grupo Etniker Bizkaia, que se dedica a la investigación etnográfica en el territorio. Fue un investigador autodidacta y colaboró con las publicaciones del Atlas Etnográfico de Vasconia desde 1993. Asistía a todas las reuniones de grupo y presentaciones de libros, que además luego vendía en su peluquería.

Sabíamos de sus muchas aficiones, entre ellas la de fabricar esculturas tomadas de elementos de la naturaleza como raíces y piedras, alguna de las cuales se exhibe en el Instituto Labayru. Estamos muy agradecidos a su labor desinteresada y guardamos un gratísimo recuerdo de sus visitas en compañía de su hija Nuria y de las conversaciones que mantuvimos sobre tantos temas de los que tenía conocimientos.


Lanestosako PIÑABURU Kultur Elkartea

Los preparativos de celebración del 725º aniversario de la fundación de la Villa de Lanestosa nos dieron la oportunidad de conocer a muchas personas estupendas dispuestas a colaborar en todo momento y de una forma totalmente desinteresada. Una de ellas fue Rodolfo, quien con su amabilidad, sencillez, y, sobre todo, sus conocimientos nos dio la oportunidad de conocer un poco más los secretos de la naturaleza.
Sus posteriores visitas a nuestra Villa nos hacen pensar que él también se encontraba a gusto entre nosotros, y eso nos alegra. Le echaremos de menos.


EMILIO ZUNZUNEGI. Periodista

Aún permanece viva en mi memoria la imagen de la primera vez que crucé el quicio de la puerta de la peluquería que Rodolfo tenía en Muskiz. Recuerdo a un hombre afable cuya conversación fluida, cuya plenitud y vitalidad chocaba vívidamente con aquel pez de ojos saltones y pinta de extraterrestre que adornaba una parte de su enorme espejo y que volví a reencontrar años después en una feria en las campas de San Juan, donde Rodolfo exponía diversas piezas de harrizurismo.

Rodolfo no solo contaba cosas, las transmitía con el ardor, la pasión del maestro que comparte un tesoro, algo que pocas personas poseen. Su afán divulgador nos mantuvo cercanos con frecuentes encuentros en ferias, exposiciones, salidas al monte a observar los narcisos que florecen en primavera en la zona de El Carrascal o en su huerta de Villanueva, donde me dio su última lección sobre las plantas medicinales y sus usos populares. Gracias Rodolfo por enseñarme que hasta en lo que parece malo, como la ortiga, puede encontrarse algo bueno, el caldo de ortiga, que ayuda a mejorar a las plantas enfermas.

CARTEL CON LAS ACTIVIDADES PROGRAMADAS PARA LA BATALLA DE SOMORROSTRO