Lope García de Salazar (1399-1476)
Historiador y banderizo nacido en Muñatones (Valle de Somorrostro). Representa como nadie los siglos de guerras de bandos (XIII, XIV y XV) siendo, en Encartaciones, el cabeza del bando Oñacino y, desde su torre de Muñatones, combatió a los Marroquines, principales del bando Gamboíno, asentados en Sámano, que pretendían lugar en la Casa Juntas de Abellaneda y que apoyaban a los Velasco cuyo solar se encontraba en las Merindades.
Con 16 años ya defendió el honor de su linaje contra los Marroquines y durante toda su vida desplegó una gran actividad comercial y diplomática, fue Prestamero del Señorío y Preboste de Portugalete y el hombre más poderoso en su tiempo en Bizkaia, llegó a exportar hierro por mar a las ferrerías de Gascuña y Laburdi y, en su encarcelamiento, escribió las “Bienandanzas y Fortunas”.
En 1451, el rey Juan II nombró Corregidor al Prestamero del Señorío Juan Hurtado de Mendoza, Lope García de Salazar se opuso a este contrafuero y marchó con los caballeros encartados sobre Gernika haciendo huir al corregidor Mendoza.
En 1457 Enrique IV le encarceló cuatro años en Villa Jimena (Campo de Gibraltar) en un intento de acabar con las banderías.
Pero este banderizo pasará a la historia más que por su ardor guerrero por su importante labor historiográfica, de trascendental importancia para conocer el fin del medioevo vizcaíno.
Encarcelado en Muñatones por el hijo que aspiraba a cabeza de linaje, Lope escribió diversas crónicas donde la capital es “Bienandanzas e Fortunas”.
En 1476 huyó de Muñatones, buscando refugio en Portugalete, allí murió envenenado por uno de sus hijos.
Con 16 años ya defendió el honor de su linaje contra los Marroquines y durante toda su vida desplegó una gran actividad comercial y diplomática, fue Prestamero del Señorío y Preboste de Portugalete y el hombre más poderoso en su tiempo en Bizkaia, llegó a exportar hierro por mar a las ferrerías de Gascuña y Laburdi y, en su encarcelamiento, escribió las “Bienandanzas y Fortunas”.
En 1451, el rey Juan II nombró Corregidor al Prestamero del Señorío Juan Hurtado de Mendoza, Lope García de Salazar se opuso a este contrafuero y marchó con los caballeros encartados sobre Gernika haciendo huir al corregidor Mendoza.
En 1457 Enrique IV le encarceló cuatro años en Villa Jimena (Campo de Gibraltar) en un intento de acabar con las banderías.
Pero este banderizo pasará a la historia más que por su ardor guerrero por su importante labor historiográfica, de trascendental importancia para conocer el fin del medioevo vizcaíno.
Encarcelado en Muñatones por el hijo que aspiraba a cabeza de linaje, Lope escribió diversas crónicas donde la capital es “Bienandanzas e Fortunas”.
En 1476 huyó de Muñatones, buscando refugio en Portugalete, allí murió envenenado por uno de sus hijos.